Javier Domeque, con más de 40 años de dedicación a la elaboración de vinos y cavas en Bodegas San Valero, ha sido galardonado con un reconocimiento especial en la 2ª edición del Salón del Vino Aragonés, celebrado en el Auditorio de Zaragoza.

Este merecido reconocimiento marca el fin de una destacada carrera profesional como enólogo en Bodegas San Valero, y coincide con su jubilación después de cuatro décadas de contribuciones innovadoras al mundo del vino.

Durante décadas, Bodegas San Valero se ha erigido como un referente en la elaboración de vinos y cavas, y gran parte de este prestigio se atribuye al incansable trabajo e innovación constante de Javier Domeque en la búsqueda de nuevas expresiones y gamas. Su legado perdurará en cada botella que lleva el sello de la bodega.

Javier Domeque, arraigado desde su juventud en las viñas de la finca Castejón en Cariñena, lleva consigo una pasión transmitida por su padre. Su adolescencia en la cooperativa local lo llevó a Madrid para formarse, y posteriormente, a Villafranca del Penedés, donde comenzó a esculpir sus primeros éxitos en la producción de vino base para cava.

Su retorno a Bodegas San Valero en 1983 marcó el inicio de una nueva era para la bodega, atribuyéndose la elaboración de marcas históricas cómo el vino tinto 8.0.1. edición limitada, Sierra de Viento Moscatel de Alejandría de Vendimia tardía o la colección Particular de Bodegas San Valero.

Su colaboración con Luis Gasca, otro maestro enólogo de renombre en la bodega llevó a la audaz decisión de incursionar en la elaboración de cava aragonés. Esta iniciativa culminó con la introducción del Cava Gran Ducay, un espumoso que encarna la maestría y la pasión por la excelencia.

No obstante, la contribución más distintiva de Domeque fue la creación del Cava Particular Garnacha Blanc de Noir, un hito enológico que destaca por ser el único cava aragonés elaborado con la variedad reina de los viñedos, la Garnacha

En este momento de jubilación, Bodegas San Valero expresa su profundo agradecimiento a Javier Domeque por su dedicación, visión y contribución excepcional al legado de la bodega. Su huella perdurará en la historia de Bodegas San Valero como un legado imborrable.