Bodega San Valero es el reflejo de una misma pasión bajo una nueva mirada, queremos transmitir la tradición y el saber hacer que nos respalda, nuestra cultura ancestral del vino, pero también la innovación, las últimas tecnologías y el enfoque actualizado de una generación de viticultores que se incorpora a nuestra Bodega para ayudarnos a seguir creciendo como lo hemos hecho hasta ahora.

Para comunicar esta visión renovada a todos los que nos rodean, nos reunimos en nuestras viñas, cámara en mano, con Felipe y Antonio, padre e hijo, y ambos viticultores de Bodega San Valero, para escuchar todos los detalles de la historia de su trabajo en las viñas.

Un relato hecho vídeo, lleno de pasión por el mundo del vino y de entrega a la vid y a su fruto.

Generación tras generación

En una tierra excepcional en Cariñena, familias de viticultores, desde hace más de 75 años y generación tras generación, comparten una misma pasión: el respeto a la tradición y el saber hacer de la experiencia. Mirando juntos hacia el futuro, experiencia e innovación se unen con un mismo objetivo: obtener un vino excelente.

“Es una suerte muy grande para los agricultores el poder contar con un relevo generacional como es el caso de mi hijo Antonio”, explica Felipe. Una nueva generación que se incorpora a Bodega San Valero, a la que se le ha inculcado el valor de la experiencia, la importancia de la tradición y el respeto a la tierra y a la vid.

Relevo generacional bsv

Felipe, como muchos agricultores de su generación, creció dedicado a la agricultura y el viñedo, inicios familiares en los que la parte técnica y práctica se adquirían, como nos cuenta con sus palabras: “yendo a ganar el jornal y aprendiendo las diferentes faenas”.

Una generación que ha visto crecer y evolucionar el viñedo desde su origen: “recuerdo perfectamente cuando venía aquí con mi abuelo e hicimos la plantación de este viñedo”, afirma Felipe. Su familia, nos cuenta, siempre ha estado dedicada a la viña con la misma pasión y entrega.

Vid

Una misma pasión bajo una nueva mirada

“Poco a poco, mi padre me ha trasmitido el cariño por las cepas” y así es como se ha introducido Antonio en el mundo de la viticultura, pasión que agradece especialmente a su padre, que le ha enseñado la mejor forma de trabajar la tierra, de cuidar las cepas, de entender todo lo que rodea al vino.

Sin duda, la nueva generación de viticultores impregnará nuestra bodega de nuevas formas e ideas pero como afirma Antonio convencido: “el fruto es el mismo y queremos darle la máxima calidad a cada viñedo”.

Se trata de un cambio que apuesta por la tecnología y la innovación, sin olvidar nunca la pasión y la calidad con la que los primeros viticultores trabajaban la tierra.  Conoce todos los detalles de la historia en esta serie de vídeos que hemos preparado con tanto respeto como cariño.